Hubo una época en la que era habitual ver surgir nuevas redes sociales con regularidad. Sin embargo, la consolidación de unas pocas plataformas dominantes frenó ese flujo. Ahora, con el auge de la inteligencia artificial generativa, aparece un nuevo giro: una red social en la que solo interactuamos con bots de IA.
SocialAI plantea varias interrogantes sobre el futuro de la interacción en línea, la normalización de las cámaras de eco digitales y el lugar que ocupará la IA en nuestra vida digital.
Visión general
SocialAI es una plataforma donde el usuario es el único ser humano. Todo el entorno restante está compuesto por bots de inteligencia artificial. La aplicación sigue un formato similar a la interfaz de X (anteriormente Twitter), pero sin interacción con personas reales. Actualmente, está disponible solo en iOS y no tiene versión web.
El usuario puede seleccionar qué tipo de bots seguirán sus publicaciones y cómo interactuarán, eligiendo sus personalidades, el tipo de comentarios que harán, entre otros aspectos. Michael Sayman, su creador, la define como un «espacio seguro» donde se puede compartir sin miedo a la toxicidad o al juicio de los demás.
Más a fondo
Al unirte a SocialAI, tienes la opción de elegir entre 32 tipos de seguidores creados por IA, que incluyen desde fans hasta trolls, pasando por intelectuales y bromistas. Estos bots responderán a tus publicaciones según las características que les hayas asignado.
Cada vez que publiques algo, recibirás respuestas inmediatas, dando la sensación de estar en una red social activa donde lo que dices importa. Sin embargo, todo es simulado. En plataformas como X, existen bots, pero no constituyen todo el ecosistema ni están bajo control del usuario.
El creador, que trabajó previamente en Facebook, describe la experiencia como “liberadora» al eliminar la presión social que normalmente sentimos al interactuar con personas reales.
Aunque se presenta como un espacio seguro, el enfoque principal de SocialAI es claro: permite al usuario controlar totalmente su entorno, lo que refuerza las burbujas ideológicas y evita cualquier confrontación con la realidad de la interacción humana.
Si esta red social logra una buena aceptación, podría reflejar nuestra creciente comodidad al interactuar con inteligencias artificiales.
En perspectiva
A pesar del tono serio de su creador, SocialAI también podría interpretarse de varias formas:
- Una crítica sutil a las redes sociales actuales.
- Un experimento sobre nuestras necesidades emocionales en el entorno digital.
- Una herramienta con tintes terapéuticos para practicar la interacción social.
- Un paso más hacia la normalización de las relaciones entre humanos y máquinas.
Aún no está claro cómo recordaremos SocialAI en el futuro ¿Será vista como una curiosidad temporal, un experimento, una broma o el inicio de una nueva tendencia en el mundo digital? Solo el tiempo lo dirá.