Imagina la siguiente situación: has comprado unos auriculares durante el Black Friday, los incluiste en tu lista para los Reyes Magos o, simplemente, en este momento llevas contigo esos auriculares que siempre guardas en el bolsillo, y te surge la pregunta: ¿cómo puedo saber si mis auriculares son lo suficientemente buenos? ¿Existe alguna canción que pueda ayudarme en esta evaluación? Este interrogante, lejos de ser sencillo, fue planteado a un experto en audio: Sean Olive, investigador especializado en sonido y acústica en Harman, la empresa matriz de JBL.

Fast Car, de Tracy Chapman

La elección de Olive para evaluar la calidad de los auriculares recae en la canción «Fast Car» de Tracy Chapman. Según Olive, esta canción, lanzada en 1988, destacó por su calidad de grabación y por abarcar todo el espectro de frecuencias de audio, desde los bajos de 20 Hz hasta los agudos de 20 kHz, el rango audible para un oído joven y saludable. En términos más detallados, los graves abarcan de 20 a 250 Hz, los medios de 250 Hz a 2 kHz, y los agudos de 2 a 20 kHz.

Innumerables pruebas de sonido

La historia de «Fast Car» no se limita a ser una elección casual. JBL la adoptó como una referencia para probar la calidad de sus altavoces, obteniendo resultados consistentes en sus investigaciones. Olive explica que esta canción permitía a las personas discernir entre diferentes altavoces, identificando posibles defectos, como exceso o falta de graves, y siempre generaba calificaciones consistentes.

Qué y dónde buscar

La atención se centra especialmente en aspectos clave al evaluar la calidad del sonido. Olive destaca la importancia de prestar atención a los bajos, como el bajo eléctrico y el bombo. Además, se enfoca en la claridad de los platillos y la voz de Chapman. Si el altavoz tiene dificultades con los graves, podría afectar la modulación de la voz.

Aunque «Fast Car» es un referente útil, Olive también sugiere considerar el ruido rosa, un tipo de ruido utilizado históricamente para analizar el comportamiento de salas, altavoces y equipos de sonido. Aunque eficaz para identificar resonancias, Olive reconoce que no resulta agradable para la mayoría de las personas, ya que abarca todas las frecuencias de 20 Hz a 20 kHz.

El sonido Hi-Fi

Al hablar de sonido Hi-Fi, Olive advierte que, más allá de utilizar «Fast Car» como referencia, la experiencia completa de escuchar música en alta definición requiere un equipo especializado, conocimientos específicos y archivos de audio que van más allá de lo disponible en plataformas como Spotify. En última instancia, la calidad del sonido, al igual que la imagen, no siempre requiere una inversión considerable, ya que existen opciones más accesibles que pueden ofrecer una experiencia auditiva fantástica.